El sábado 31 de agosto “OMNI” aterrizó en el escenario del Teatro Vorterix situado en el barrio porteño de Colegiales, para invadir la Ciudad de Buenos Aires con el enorme arsenal de melodías que Rescate acopió mientras se mantuvo replegado en su cuartel general de San Nicolás de Los Arroyos. Y desde allí, arremetió con toda la potencia en el mismo lugar donde dos décadas atrás registró en vivo el disco “Una raza contra el viento” del que participó Pablo Bauza en teclados, hermano de su actual vocalista.
A las 9 en punto, el enorme reloj discográfico comenzó a girar en la pantalla parando en cada hora para recordar sus doce discos. Hasta que al marcar las 12, la banda arremtió con toda la contundencia de “Poder” contagiando de energía a toda esa marea humana que colmó el recinto. A continución apareció un video reflexión del bajista Marcelo Tega antes de arrancar con “Gracia x nada”, otra de las nuevas canciones que al son del bandoneón y el ritmo del 2 x 4 que versa sobre la gran misericordia divina.
Hasta que llegó el momento de abrir el arcón de los recuerdos con un compilado de viejos clásicos enganchados como “El Veneno”, “Yo no abandono” y “Soy José” para que la monada salte y baile sin parar. Luego Ezequiel Bauzá explicó las diversas caracetísticas de nuestro Creador (omipresente, omniciente y omnipotente), antes de interpretar “OMNI” con su pegadizo estilo disco y grandes reminicencias a otro hit de su repertorio como lo es “Nada” .
El segundo video protagonizado por el propio cantante, se refirió al gran amor de Dios dando pie al estreno de “Como nadie” con ese swing de su baterista Sergio Ramos empuñando un par de escobillas jazzeras. Para retroceder nuevamente en el túnel del tiempo, con la trilogía conformada por “Buscando lío”, “Mi canción” y “Mala memoria” en un vertiginoso viaje a bordo de la Gibson Les Paul timoneada por la “Oveja” Barrera. Quien a través de otro video, habló sobre las bondades del gran Maestro invitándonos a desafiar las leyes naturales para caminar en medio de la tempestad “Sobre el agua”, otro de los estrenos que sonó en ese instante.
También hubo tiempo de calma con las típicas melodías de fogón al rasguido de la guitarra española, para ingresar a un pasaje instrospectivo con el himno “Indudablemente” pegado a “Charlemos” que también se perfila para convertirse en otro hitazo. Acto seguido y en esa misma línea temática , se proyectó otro en el que Sergio hizo alusión a las segundas oportunidades de las que cuenta “Solo piedras” recordando el relato bíblico de la mujer adultera que iba a ser ajusticiada por la multitud. Entonces hubo otro giro restrospectivo en la discografía rescatera, subidos a “Tu coche” y “Ay! Ay! Ay!”. Allí Ezequiel presentó a la banda, agradeció al staff, a Mario Pergolini, a la familia que siempre los acompaña y con gran emoción recordó a Ulises y el “Negro” Rubén López que se nos adelantaron hace dos años atrás.
El tramo final llegó con una exploción de adrenalina detonada por “Todo y nada”, “Deja que te toque”, “Bartimeo” y “Viene”, desatando la locura entre el público presente. Hasta que se oyó el repiqueteo introductorio de “Quitamacha”, y los cimientos del viejo teatro zimbaron por la danza popular. Y sin darles respiro a los músicos para que salieran de escena, el bis no se hizo esperar porque la monada pedía más y Rescate respondió rápidamente con “Quiero más”. Por último la banda se tomó una selfie con su gente para inmortalizar otra noche memorable, en la que presentó las canciones de su nuevo álbum intercaladas quirúrgicamente con sus grandes éxitos. De este modo, sus integrantes volvieron a ratificar que continuan con el legado origina de ser Reyes En Servicio de Cristo Ante Tiempos Extremos.