El 21 y 22 de abril se llevó a cabo en Argentina la Jazz Fusion Night con memorables jornadas en Rosario y Buenos Aires. La selección internacional conformada por el prestigioso Dr. Ed Calle (saxo); Lisandro Pidre (piano); Junior Braguinha (bajo); Marcelo Villanueva (guitarra) y Brian Anadon (batería) dio una exquisita cátedra musical con un impecable show de casi dos horas ininterrumpidas de música extraterrestre. Y este medio tuvo el honor de ser testigo de este hecho extraordinario en el Teatro Coliseo, donde el idioma universal de la melodía conectó a todas las generaciones en un mágico viaje sensorial transportando a toda la audiencia al mismísimo espacio sideral.
La apertura estuvo a cargo del saxofonista Gastón Puga presentando un pequeño set de tres temas compuesto por “Ensueño”, “Nostalgia de Buenos Aires” y “Notice”. Canciones que integran su disco debut titulado “Puertas” grabado antes de la pandemia en los estudios Romaphonic y que recién ahora pudo estrenar en público. Con la calidez humana que lo caracteriza, el músico riojano expresó en las pausas su inmenso agradecimiento por ser parte de esta inolvidable velada. Además de reconocer esa sensación especial que le trae cada visita a la capital porteña y de la reacción de asombro que tuvo su esposa al conocer una de sus eclécticas composiciones.
Luego Claudio Herrera, a cargo de la producción general junto a Brian Anadon, vestido de gala acorde a la ocasión ofició de maestro de ceremonia para recordar la importancia de este evento en el que se reunieron virtuosos instrumentistas de Argentina, Estados Unidos, Brasil y México para desplegar ese torbellino de sonidos que anticipaba el programa de mano. Y de remarcar el propósito inclusivo del concierto al convocar como invitados especiales a la Orquesta de Retiro; El Faro Asociación Civil; Todos Hacemos Música (compuesta por niños discapacitados); el Hogar María del Rosario y Proyecto GC. Una iniciativa de la Fundación Alas del Viento dirigida por Jessica Landau y Julio Mariano, ONG que promueve la inclusión de las personas con discapacidades por medio de experiencias musicales.
A continuación este grupo seleccto de virtuosos musicales apareció en escena para interpretar con precisión quirúrgica la totalidad de los temas que conforman la placa “Broken Chains” grabada en 2019 por Brian Anadon Quintet. Así se sucedieron uno tras otro “Pasión por la fusión”; “Volador”; “La guerra”; “Marilú” (dedicado a la madre del baterista); “Memorias”; “Gozando”, para cerrar con la canción que le da nombre al álbum que traducido significa “Cadenas rotas”. Con tan solo algunas pequeñas pausas en las que Anadon presentó los temas de su composición, estas eminencias del jazz tocaron miles de notas con total soltura como si estuvieran actuando en un pequeño café concert. Para simplificar con su gran experiencia, compases y melodías complejas que solo estos dotados del cielo pueden traducirlas para el resto de los mortales. Tras la ovación del público, Ed. Calle y compañía regresó al escenario para despedirse con el bis “Resurrección y vida” como broche de oro de una noche deslumbrante.
En el contexto de este evento, días antes del concierto algunos de los músicos brindaron una clase magistral en las instalaciones del Teatro Border de Palermo ante un reducido grupo de elegidos que tuvieron el privilegio de presenciar esta capacitación. El primero en inervenir fue el tecladista argentino que vive en México, Lisandro Pidre, que después de participar en la convención NAMM 2023 en Los Ángeles llegó a Buenos Aires para compartir parte de su conocimiento. Entre otros aspectos, enfatizó sobre la importancia de la formación: “Nunca dejen de aprender música, siempre vean las cosas con un espíritu enseñable”. Respecto a la improvisación dijo: “Escuchar música ayuda a desarrollar el mensaje y el estilo que querés hablar”. Por último habló sobre el profesionalismo: “El músico hippie debe morir. El músico de hoy tiene que ser un músico emprendedor, que entienda que ahora él es su propia marca y debe empezar a manejar sus redes”. Por su parte, el bajista brasileño Junior Braguinha que también vino directamente desde la NAMM 2023, develó algunos de sus secretos de su oficio como lo es lograr una claridad sonora: “La primera cosa que voy a trabajar son los sonidos del instrumento antes que las escalas y la improvisación. Esto es muy importante, la posición de las perillas, los micrófonos y la altura de las cuerdas”. A su vez se refirió a tocar en función del grupo: “Vas a aprender a tocar de verdad tocando en vivo con otros músicos. Y una cosa muy importante también, tú tienes que servir al resto de los músicos”. Y remarcó la importancia del uso de las nuevas tecnologías: “El 30 por ciento de mi carrera musical está en Internet. Tento cursos online en portugués, voy a hacer un curso en español y otro en inglés. Todas las semanas,hago videos y muchos músicos maravillosos no son conocidos porque no usan Internet”.
Entonces el maestro Ed. Calle con su saxofón en mano entró al recinto acaparando toda la admiración de los asistentes. Quien más allá de su extensa trayectoria, dio sobradas muestras de su gran humildad: “Yo he tenido la suerte de tener esos grandes profesores cinco días a la semana en los estudios, tocando con gente con diferentes perspectivas y visiones. Y todos tienen algo que vale”. En cuanto a la formación, el experimentado saxofonista afirmó: “Tengo la fortuna de haber sido llamado por D’Addario para manejar la academia educativa que es gratis, un servicio que prepare a los estudiantes que se van a calificar para entrar a la universidad. Es una bendición y es una tarea, yo creo que Dios nos da una tarea. Y para mí es importantísimo que nuestra gente, los latinoamericanos, puedan formarse. Yo tuve la oportunidad de ir a los Estados Unidos y aprender, pero nunca he perdido las raíces. Y creo que es muy importante porque hay mucho talento en nuestros países”. Sobre la calidad de la producción musical en la región, Ed Calle expresó: “Mucha música viene de acá para allá y cuando yo yo escucho lo que está pasando y viajo, me da pena por mis amigos en el lado de la frontera norteña porque yo creo que se están olvidando de dónde vinieron. Se ha convertido en una música no sé para qué, pero como que hemos perdido un poco ese entusiasmo, ese amor por la música”.
De este modo, la Jazz Fusion Night pasó por Argentina dejando su impronta en aquellos que tuvimos la suerte de escuchar su magnífica performance. Un ciclo que ya tiene su marca registrada y que por la buena repercusión que tuvo en el público debería repetirse muy pronto en futuras ediciones.