El jueves 24 de abril La Fería volvió a sorprender a su público con una “Noche Feriante” para alquilar balcones. El pretexto inicial de la juntada en Buffalo’s Café fue la presentación de Fede como representante de la marca de guitarras italianas Eko y a su vez brindar una pequeña conferencia de prensa junto a su hermana Agustina antes que ingresaran los asistentes al concierto. Sin embargo, esta nueva presentación que tuvo el mismo formato acústico que la del año pasado se diferenció por agregar otros condimentos extra que le dieron un sabor exquisito al encuentro. Ya que a las anécdotas de cómo fueron compuestos los temas, se sumaron la presencia estelar de la abuela Ana que coreó todas las canciones del principio hasta el final y muchas emociones encontradas que fueron desde el llanto a la alegría a la velocidad de la luz.
El show acústico comenzó con “Libertad” que fue la primera canción que escribieron como dúo luego de comunicarse con el espacio exterior a través de los vivos de Instagram. Le siguió “Girasol” inspirada en esta flor que por las noches se desvanece hasta resurgir cuando febo asoma. A continuación sonó “Desapercibida”, tema que tuvo gran impacto en la audiencia de acuerdo a los testimonios recogidos con el paso del tiempo. El repertorio trajo al escenario “Sin condena”, título que le da nombre a su disco debut y en cierta manera representa la esencia de todas las canciones que lo conforman.
La concurrencia familiar poblada de niños aplaudió al son de “Más que suficiente” basada en la historia del hijo pródigo que se reconcilió con su padre, mientras que el otro hermano estaba acostumbrado al bienestar que tenía asegurado en su hogar. El recorrido prosiguió rumbo a “Laberintos”, fiel reflejo de la situación en la que se encontraban al comenzar a escribirla porque lo único que tenían era el nombre de la canción. Entonces llegó el momento de presentar lo nuevo con el estreno de “No necesito nada más” cuya letra habla sobre los procesos de la vida, y fue anticipada por uno de los carteles escrito por un pequeño fan que estaba sentado en primera fila. Hecho que distrajo a Fede modificando el orden establecido por la lista, dejando para después el emotivo himno rescatero “Amor que sobra” recordando así al querido flaco Ulises que siempre está presente en la memoria de todos.
Otro de los temas inéditos que interpretaron fue “Dueño del tiempo”, la segunda composición del dúo que probablemente iintegre el próximo disco. El último tramo del concierto repasó el resto de los temas de su único trabajo discográfico, entre ellos “Te estoy esperando”, compuesto por Agus donde volcó la intermitencia de nuestro trato con Dios quien siempre está dispuesto a pasar tiempo con nosotros más allá de nuestras distracciones. También tocaron “Incondicional”, reflejando la creatividad de Fede descubierta tempranamente en su adolescencia. Pegado de “Y dime”, otro de sus clásicos con la partipación especial de Dani Reuvers, guitarrista de la banda empuñando la flamante Eko vintage que recibió Fede para promocionar la marca.
El cierre de la jornada fue a todo ritmo con “Lo que quieras tu”, canción terminada en el estudio de grabación porque solo tenían la idea del estribillo que mencionaba al popular chicle Bubalú en el que colaboró Redimi2. En esta ocasión, el rapeo estuvo a cargo del propio Fede apoyado por el gran coro infantil. Y concluir con todo el auditorio de pie, al ritmo de “Libertad”. De este modo, los hermanos Eyherabide se despidieron de su gente antes de viajar a Perú para participar del multitudinario Festival Diospi Suraya. Con la promesa de reencontrarse con la formación ampliada en versión electrica el 21 de junio en San Justo. Así terminó este concierto íntimo, tan familiar como la feria misma donde se mezclan la figuras de la farándula con la gente común sin ningún tipo de distinción de clase.